Fundar 3178 Resultados para: Pero

  • Pero los mensajeros regresaron con esta noticia: "Fuimos a ver a tu hermano Esaú, y ahora viene a tu encuentro acompañado de cuatrocientos hombres". (Génesis 32, 7)

  • Luego confió a sus servidores cada manada por separado, y les dijo: "Sigan adelante, pero dejen un espacio libre entre una manada y la otra". (Génesis 32, 17)

  • Luego dijo: "Déjame partir, porque ya está amaneciendo". Pero Jacob replicó: "No te soltaré si antes no me bendices". (Génesis 32, 27)

  • Jacob le rogó: "Por favor, dime tu nombre". Pero él respondió: "¿Cómo te atreves a preguntar mi nombre?". Y allí mismo lo bendijo. (Génesis 32, 30)

  • Pero Esaú corrió a su encuentro, lo estrechó entre sus brazos, y lo besó llorando. (Génesis 33, 4)

  • Pero Esaú añadió: "Ya tengo bastante, querido hermano. Quédate con lo que es tuyo". (Génesis 33, 9)

  • Pero Jacob respondió: "Mi señor sabe que los niños son delicados. Además, las ovejas y las vacas han tenido cría, y yo debo velar por ellas. Bastará con exigirles un solo día de marcha forzada, para que muera todo el rebaño. (Génesis 33, 13)

  • Pero después se sintió atraído por la muchacha y se enamoró de ella, de manera que trató de ganarse su afecto. (Génesis 34, 3)

  • Jacob, por su parte, se enteró de que Siquém había violado a su hija Dina, pero como sus hijos estaban en el campo, cuidando el ganado, no dijo nada hasta su regreso. (Génesis 34, 5)

  • Pero Jamor les habló en estos términos: "Mi hijo Siquém está realmente enamorado de esta muchacha. Permítanle casarse con ella. (Génesis 34, 8)

  • Aunque me exijan a cambio de ella un precio muy elevado, les pagaré lo que ustedes digan. Pero dejen que me case con la muchacha". (Génesis 34, 12)

  • Pero esta gente accederá a permanecer con nosotros y a formar un solo pueblo, únicamente con esta condición: que todos nuestros varones se hagan circuncidar, igual que ellos. (Génesis 34, 22)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina