Fundar 60 Resultados para: Jehú

  • El jinete partió al encuentro de Jehú y dijo: "Así habla el rey: ¿Va todo bien?". Jehú replicó: "¿Qué te importa a ti si todo va bien? Colócate ahí detrás". El centinela, mientras tanto, avisó: "El mensajero los alcanzó, pero no regresa". (II Reyes 9, 18)

  • El rey envió un segundo jinete, que los alcanzó y dijo: "Así habla el rey: ¿Va todo bien?". Jehú replicó: "¿Que te importa a ti si todo va bien? Colócate ahí detrás". (II Reyes 9, 19)

  • El centinela volvió a avisar: "Los ha alcanzado, pero no regresa. Por el modo de conducir, parece Jehú, porque maneja como un loco". (II Reyes 9, 20)

  • Jorám ordenó: "¡Enganchen mi carro!". Cuando lo engancharon, Jorám, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, salieron cada uno en su carro al encuentro de Jehú. Lo encontraron en la parcela de Nabot de Izreel, (II Reyes 9, 21)

  • y apenas Jorám vio a Jehú, dijo: "¿Te va bien, Jehú?". Este respondió: "¿Cómo me va a ir bien, mientras duren las prostituciones de tu madre Jezabel y sus innumerables brujerías?". (II Reyes 9, 22)

  • Pero Jehú, que había tendido su arco, hirió a Jorám en plena espalda; la flecha le atravesó el corazón, y él se desplomó en su carro. (II Reyes 9, 24)

  • Entonces Jehú dijo a Bidcar, su escudero: "Levántalo y arrójalo en la parcela del campo de Nabot el izreelita. Acuérdate que cuanto tú y yo cabalgábamos a la par, detrás de su padre Ajab, el Señor pronunció contra él esta sentencia: (II Reyes 9, 25)

  • Al ver esto, Ocozías, rey de Judá, huyó por el camino de Bet Hagán. Jehú se lanzó en persecución de él, y ordenó: "¡Hiéranlo también a él!". Lo hirieron sobre su carro, en la cuesta de Gur, que está cerca de Ibleám, y él huyó a Meguido, donde murió. (II Reyes 9, 27)

  • Jehú llegó a Izreel. Cuando se enteró Jezabel, se pintó los ojos, se arregló el cabello y se asomó por la ventana. (II Reyes 9, 30)

  • En el momento en que Jehú franqueaba la puerta de la ciudad, ella le dijo: "¿Cómo te va, Zimrí, asesino de su señor?". (II Reyes 9, 31)

  • Jehú alzó la cabeza hacia la ventana y exclamó: "¿Quién está conmigo? ¿Quién?". Dos o tres eunucos se inclinaron hacia él, (II Reyes 9, 32)

  • Jehú entró, comió y bebió, y luego dijo: "Encárguense de esta maldita y sepúltenla, porque al fin de cuentas es hija de rey". (II Reyes 9, 34)


“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina