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Preparado así el servicio, los sacerdotes ocuparon sus puestos, lo mismo los levitas, según sus clases, conforme a la orden del rey. (2 Crónicas 35, 10)
También los cantores, hijos de Asaf, estaban en su puesto, conforme a lo dispuesto por David, Asaf, Hemán y Jedutún, vidente del rey; lo mismo los porteros, cada uno en su puerta. No tenían necesidad de retirarse de su servicio, porque sus hermanos, los levitas, se lo prepararon todo. (2 Crónicas 35, 15)
De esta manera se organizó aquel día todo el servicio de Yavé para celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos sobre el altar de Yavé, según la orden del rey Josías. (2 Crónicas 35, 16)
Luego establecieron a los sacerdotes, según sus categorías, y a los levitas, según sus clases, para el servicio de la Casa de Dios en Jerusalén, según está escrito en el libro de Moisés. (Esdras 6, 18)
y de entre los ayudantes que David y los jefes habían puesto al servicio de los levitas, doscientos veintidós hombres, todos inscritos personalmente. (Esdras 8, 20)
Al lado de éstos trabajaron los habitantes de Tecoa, pero sus notables no quisieron cooperar en la empresa en servicio de su Señor. (Nehemías 3, 5)
Si la gente del país trae en día sábado mercancías o cualquier otra clase de alimentos para vender, nada les compraremos en día sábado, ni en ningún otro día sagrado de fiesta. El año séptimo dejaremos sin cultivar nuestros campos y perdonaremos todo lo que se nos deba. (Nehemías 10, 32)
Consideramos que estamos obligados a dar un tercio de siclo al año para el servicio de la Casa de Yavé; (Nehemías 10, 33)
pues a estas bodegas los israelitas y los levitas traerán lo que deben en trigo, vino y aceite; allí se encuentran también los utensilios del Santuario, los sacerdotes que están de servicio y los porteros y cantores. Así no descuidaremos la Casa de nuestro Dios. (Nehemías 10, 40)
Al cuarto día, Holofernes dio un banquete al que invitó solamente a sus oficiales, excluyendo a los que estaban de servicio. (Judit 12, 10)
Pero él se negó. Entonces llamó ella a Hatac, uno de los hombres castrados que el rey había puesto a su servicio, y le mandó que fuera donde Mardoqueo a preguntarle qué era lo que le pasaba y por qué actuaba de esa forma. (Ester 4, 5)
allí, mientras dure mi servicio, esperaría la hora del relevo. (Job 14, 14)