Fundar 910 Resultados para: restauración de Jerusalén

  • Pasados aquellos días, terminamos los preparativos del viaje y subimos a Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 21, 15)

  • Al llegar a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría. (Hecho de los Apóstoles 21, 17)

  • Querían matarlo, pero llegó al comandante del batallón la noticia de que toda Jerusalén estaba alborotada. (Hecho de los Apóstoles 21, 31)

  • esto lo saben muy bien el sumo sacerdote y el Consejo de los Ancianos. Incluso me entregaron cartas para nuestros hermanos de Damasco, y salí para detener a los cristianos que allí había y traerlos encadenados a Jerusalén para que fueran castigados. (Hecho de los Apóstoles 22, 5)

  • Después de regresar a Jerusalén, mientras un día me encontraba orando en el Templo, tuve un éxtasis. (Hecho de los Apóstoles 22, 17)

  • Vi al Señor que me decía: «Muévete y sal pronto de Jerusalén, pues no escucharán el testimonio que les des de mí.» (Hecho de los Apóstoles 22, 18)

  • Aquella misma noche el Señor se acercó a Pablo y le dijo: «¡Animo! Así como has dado testimonio de mí aquí en Jerusalén, tendrás que darlo también en Roma.» (Hecho de los Apóstoles 23, 11)

  • Tú mismo podrás comprobar que no hace más de doce días que subí a Jerusalén en peregrinación, (Hecho de los Apóstoles 24, 11)

  • Tres días después de su llegada a la provincia, Festo subió de Cesarea a Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 25, 1)

  • y pidieron a Festo, como un favor, que lo trajera a Jerusalén, pues ellos todavía planeaban matarlo en el camino. (Hecho de los Apóstoles 25, 3)

  • Festo no permaneció en Jerusalén más de ocho o diez días y luego volvió a Cesarea. Al día siguiente se sentó en el tribunal y mandó llamar a Pablo. (Hecho de los Apóstoles 25, 6)

  • Apenas se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo acosaron con numerosas y graves acusaciones. Pero no podían probar lo que alegaban. (Hecho de los Apóstoles 25, 7)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina