Fundar 270 Resultados para: lluvia de piedras

  • Para esto tuvo que escoger un cedro o un roble entre los árboles del bosque, o bien plantó un laurel que la lluvia hizo crecer. (Isaías 44, 14)

  • Que los cielos manden de lo alto, como lluvia, y las nubes descarguen la Justicia. Que se abra la tierra y produzca su fruto, que es la salvación, y al mismo tiempo florezca la justicia, porque soy yo, Yavé, quien lo envió. (Isaías 45, 8)

  • ¡Pobrecilla, azotada por la tempestad y sin consuelo! Yo asentaré tus muros sobre piedras preciosas, y serán tus cimientos de zafiro. (Isaías 54, 11)

  • Haré tus murallas de rubíes, tus puertas de cristal, y todo tu contorno de piedras preciosas. (Isaías 54, 12)

  • Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y haberla hecho germinar, para que dé la simiente para sembrar y el pan para comer, (Isaías 55, 10)

  • Ustedes escogen piedras parejas en el torrente, las que pasan a ser sus dioses. Sobre ellas derraman vino y presentan sus ofrendas. ¿Acaso me sentiré bien con esas cosas? (Isaías 57, 6)

  • Por eso los aguaceros cesaron y no hubo más lluvia para ti en la primavera, pero tu rostro de mujer perdida ni siquiera ha enrojecido. (Jeremías 3, 3)

  • sin que se les ocurriera decir: «Temamos a Yavé, nuestro Dios, que nos manda lluvia, en otoño y en primavera, y nos concede el tiempo justo para cosechar.» (Jeremías 5, 24)

  • Por eso, así habla Yavé: «Voy a poner, por donde pase este pueblo, piedras, para que todos se caigan: padres e hijos, vecinos y amigos, perecerán juntos.» (Jeremías 6, 21)

  • «Voy a hacer de Jerusalén un montón de piedras, una guarida de chacales, y de las ciudades de Judá, un desierto donde nadie viva.» (Jeremías 9, 10)

  • fueron a los pozos y no encontraron, y volvieron con sus cántaros vacíos. Ya no produce la tierra por falta de lluvia y los campesinos andan apenados, cubierta la cabeza en señal de luto. (Jeremías 14, 4)

  • Es como mata de cardo en la estepa; no sentirá cuando llegue la lluvia, pues echó sus raíces en lugares ardientes del desierto, en un solar despoblado. (Jeremías 17, 6)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina