Fundar 111 Resultados para: llevaron

  • Ustedes que robaron mi plata y mi oro y se llevaron mis más hermosas joyas a sus templos (Joel 4, 5)

  • Así dice Yavé: «Mi sentencia en contra de Gaza por sus muchos crímenes, será sin apelación. Porque llevaron poblaciones enteras para venderlas a Edom como esclavos, (Amós 1, 6)

  • Desencadené sobre ustedes una peste parecida a la de Egipto; masacré por la espada a sus jóvenes y se llevaron a todos sus caballos; hice que subiera hasta sus narices la hediondez de sus muertos en combate. Y ustedes, sin embargo, no volvieron a mí -palabra de Yavé. (Amós 4, 10)

  • Vi inmediatamente que aparecían dos mujeres. El viento levantaba sus alas, pues llevaban alas parecidas a las de la cigüeña. Se llevaron volando el cajón. (Zacarías 5, 9)

  • Al atardecer le llevaron muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malos con una sola palabra, y sanó también a todos los enfermos. (Evangelio según San Mateo 8, 16)

  • Allí le llevaron a un paralítico, tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de esos hombres, dijo al paralítico: «¡Animo, hijo; tus pecados quedan perdonados!» (Evangelio según San Mateo 9, 2)

  • Las precavidas, en cambio, junto con las lámparas, llevaron sus botellas de aceite. (Evangelio según San Mateo 25, 4)

  • Los que tomaron preso a Jesús lo llevaron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los maestros de la Ley y las autoridades judías. (Evangelio según San Mateo 26, 57)

  • Luego lo ataron y lo llevaron para entregárselo a Pilato, el gobernador. (Evangelio según San Mateo 27, 2)

  • Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del palacio y reunieron a toda la tropa en torno a él. (Evangelio según San Mateo 27, 27)

  • Cuando terminaron de burlarse de él, le quitaron la capa de soldado, le pusieron de nuevo sus ropas y lo llevaron a crucificar. (Evangelio según San Mateo 27, 31)

  • Despidieron a la gente y lo llevaron en la barca en que estaba. También lo acompañaban otras barcas. (Evangelio según San Marcos 4, 36)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina