Fundar 424 Resultados para: libro de Josué

  • Y él respondió: «No, yo soy el jefe del ejército de Yavé, y acabo de llegar.» Josué se postró en tierra, lo adoró y dijo: «¿Qué ordena mi Señor a su servidor?» (Josué 5, 14)

  • El jefe del ejército de Yavé le dijo: «Quítate el calzado de tus pies; el lugar que pisas es santo.» Así lo hizo Josué. (Josué 5, 15)

  • Pero Yavé dijo a Josué: «Te entregaré la ciudad, su rey y todos sus hombres de guerra. (Josué 6, 2)

  • Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: «Ustedes llevarán el Arca de la Alianza; siete sacerdotes irán delante tocando trompetas de las que se usan en el Jubileo.» Luego, Josué dijo al pueblo: (Josué 6, 6)

  • Cuando Josué terminó de hablar, los sacerdotes comenzaron a tocar las siete trompetas que sirven para tocar la fiesta del Jubileo y avanzaron delante del Arca de Yavé. (Josué 6, 8)

  • La vanguardia del pueblo iba delante de los sacerdotes y el resto del pueblo detrás del Arca. Las trompetas resonaban por todas partes. Josué había dado esta orden: (Josué 6, 9)

  • Al día siguiente, Josué se levantó de madrugada; los sacerdotes tomaron el Arca y los que tocaban las siete trompetas pasaron otra vez delante del Arca. (Josué 6, 12)

  • A la séptima vez, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, Josué ordenó al pueblo: «Den su grito de guerra, porque Yavé les ha entregado la ciudad. (Josué 6, 16)

  • (Dos hombres habían sido enviados por Josué para explorar Jericó y, al entrar en ella, una prostituta los había escondido.) Entonces Josué les dijo: «Entren en la casa de la prostituta y sáquenla fuera con toda su familia, como se lo habían jurado.» (Josué 6, 22)

  • Josué perdonó la vida de la prostituta y la de su familia, y ella permaneció en Israel. (Josué 6, 25)

  • Josué pidió al pueblo que repitiera esta maldición: «Que Yavé maldiga al que reconstruya Jericó. Que los cimientos se levanten sobre el cuerpo de su hijo mayor, y las puertas sobre el de su hijo menor.» (Josué 6, 26)

  • Así estuvo Yavé con Josué y lo hizo famoso en todo el país. (Josué 6, 27)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina