Fundar 112 Resultados para: lengua mentirosa

  • Hago que tu lengua se pegue a tu paladar: estás mudo y dejas de reprocharlos porque son una raza de rebeldes. (Ezequiel 3, 26)

  • Cuando dicen: Palabra de Yavé, siendo que yo nada he dicho, ¿no es eso una visión falsa, una profecía mentirosa? (Ezequiel 13, 7)

  • Estos debían ser sin ningún defecto; debían tener buena presencia y ser de buen juicio, bien instruidos y bien educados. Permanecerían en el palacio del rey, donde se les enseñaría la lengua y la escritura de los caldeos. (Daniel 1, 4)

  • Un mensajero proclamó con voz fuerte: «Hombres de toda raza, nación y lengua, (Daniel 3, 4)

  • Sacaré de su lengua los nombres de los baales, para que ya no se acuerde de esos nombres. (Oseas 2, 19)

  • En cambio, éste es el castigo que Yavé dará a todos los pueblos que hayan atacado a Jerusalén: se les pudrirá su carne mientras aún se mantienen de pie; sus ojos se descompondrán dentro de sus órbitas y su lengua se echará a perder en su misma boca. (Zacarías 14, 12)

  • Jesús lo apartó de la gente, le metió los dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. (Evangelio según San Marcos 7, 33)

  • Al instante se le abrieron los oídos, le desapareció el defecto de la lengua y comenzó a hablar correctamente. (Evangelio según San Marcos 7, 35)

  • En ese mismo instante se le soltó la lengua y comenzó a alabar a Dios. (Evangelio según San Lucas 1, 64)

  • Entonces gritó: «Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas.» (Evangelio según San Lucas 16, 24)

  • Este hecho fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén, que llamaron a aquel campo, en su lengua, Hakeldamá, que significa: Campo de Sangre -. (Hecho de los Apóstoles 1, 19)

  • Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados (Hecho de los Apóstoles 2, 6)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina