Fundar 5497 Resultados para: hijo de Dios

  • Pues el arco estará en las nubes; yo al verlo me acordaré de la alianza perpetua entre Dios y todo ser terrestre, con todo ser animado que vive en una carne.» (Génesis 9, 16)

  • Y dijo Dios a Noé: «Esta es la señal de la alianza que yo he establecido entre mí y todo ser terrestre.»Los hijos de Noé (Génesis 9, 17)

  • Cuando despertó Noé de su embriaguez, supo lo que había hecho con él su hijo menor, y dijo: (Génesis 9, 24)

  • ¡Bendito sea Yavé, Dios de Sem, y sea Canaán esclavo suyo! (Génesis 9, 26)

  • Que Dios agrande a Jafet y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán esclavo de ellos.» (Génesis 9, 27)

  • Terá tomó consigo a su hijo Abram, a su nieto Lot, hijo de Harán, y a su nuera Saray, esposa de Abram, y los sacó de Ur de Caldea para llevarlos al país de Canaán. Pero al llegar a Jarán se establecieron allí. (Génesis 11, 31)

  • Abram tomó a su esposa Saray y a Lot, hijo de su hermano, con toda la fortuna que había acumulado y el personal que había adquirido en Jarán, y se pusieron en marcha hacia la tierra de Canaán. (Génesis 12, 5)

  • Se llevaron también con ellos a Lot, hijo del hermano de Abram, con todo lo que tenía, pues vivía en Sodoma. (Génesis 14, 12)

  • Entonces Melquisedec, rey de Salem, trajo pan y vino, pues era sacerdote del «Dios Altísimo». (Génesis 14, 18)

  • Melquisedec bendijo a Abram, diciendo: «Abram, bendito seas del Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra. (Génesis 14, 19)

  • Y bendito sea el Dios Altísimo, porque entregó a tus enemigos en tus manos.» Y Abram le dio la décima parte de todo lo que llevaba. (Génesis 14, 20)

  • Abram le respondió: «Levanto mi mano hacia Yavé, creador del cielo y de la tierra, el Dios Altísimo, (Génesis 14, 22)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina