Fundar 961 Resultados para: hay

  • Así que nosotros no miramos ya a nadie con criterios humanos; aun en el caso de que hayamos conocido a Cristo personalmente, ahora debemos mirarlo de otra manera. (2º Carta a los Corintios 5, 16)

  • Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se le pide lo que no tiene. (2º Carta a los Corintios 8, 12)

  • No se trata de que otros tengan comodidad y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad. (2º Carta a los Corintios 8, 13)

  • Y no hay que maravillarse, pues si Satanás se disfraza de ángel de luz, (2º Carta a los Corintios 11, 14)

  • Si hay que alabarse, me gloriaré de las ocasiones en las que me sentí débil. (2º Carta a los Corintios 11, 30)

  • De nada sirve alabarse; pero si hay que hacerlo, iré a las visiones y revelaciones del Señor. (2º Carta a los Corintios 12, 1)

  • Temo que, si voy a verlos, no los encuentre como quisiera y que ustedes, a su vez, no me encuentren a mí como desearían. Quizá haya rivalidades, envidias, rencores, disputas, calumnias, chismes, soberbia, desórdenes. (2º Carta a los Corintios 12, 20)

  • Pero no hay otro; solamente hay personas que tratan de dar vuelta al Evangelio de Cristo y siembran confusión entre ustedes. (Carta a los Gálatas 1, 7)

  • En cuanto a los dirigentes de más consideración (lo que hayan sido antes no me importa, pues Dios no se fija en la condición de las personas), no me pidieron que hiciera marcha atrás. (Carta a los Gálatas 2, 6)

  • Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. (Carta a los Gálatas 3, 28)

  • Me temo que todas mis penas hayan sido inútiles. (Carta a los Gálatas 4, 11)

  • Hijitos míos, de nuevo sufro por ustedes dolores de alumbramiento, hasta que Cristo haya tomado forma en ustedes; (Carta a los Gálatas 4, 19)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina