Fundar 150 Resultados para: generación mala

  • Lanzan la voz de alarma desde Dan y anuncian la mala noticia desde los cerros de Efraím: (Jeremías 4, 15)

  • Todo esto te mereces por tu mala conducta y por tus fechorías. Que se te parta el corazón de pena porque te rebelaste contra mí. (Jeremías 4, 18)

  • Declárenle la guerra: ¡Ea, ataquemos al mediodía! Qué mala suerte la nuestra, pues el día ya se acaba y la tarde extiende sus sombras. (Jeremías 6, 4)

  • Córtate tus cabellos largos y tíralos. Entona sobre los cerros pelados una lamentación. Porque Yavé ha despreciado y rechazado a esta generación a la que aborrece.» (Jeremías 7, 29)

  • Sus palabras han sido: "Dejen su mala conducta y sus malas acciones, sólo así podrán ustedes permanecer en el territorio que Yavé concedió a ustedes y a sus padres, siempre y por siempre. (Jeremías 25, 5)

  • Yavé no ha podido contenerse más al ver la mala conducta de ustedes y las cosas horribles que ustedes han hecho. Por eso, su país es ahora un desierto espantoso, maldito y abandonado. (Jeremías 44, 22)

  • Sobre Damasco. Jamat y Arfad están preocupadas porque recibieron una mala noticia. Se les para el corazón de espanto y no pueden tranquilizarse. (Jeremías 49, 23)

  • Pero tú, Yavé, reinas para siempre, tu trono permanece firme de generación en generación. (Lamentaciones 5, 19)

  • Una nueva generación goza la lu yy ocupa la tierra qque tampoco sabe los caminos de la sabiduría (Baruc 3, 20)

  • Si le digo al malvado: ¡Vas a morir! y si tú no se lo adviertes, si no hablas de tal manera que ese malvado deje su mala conducta y así salve su vida, ese malvado morirá debido a su falta, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. (Ezequiel 3, 18)

  • En cambio, si se lo adviertes al malvado y él no quiera renunciar a su maldad y a su mala conducta, morirá debido a su falta, pero tú habrás salvado tu vida. (Ezequiel 3, 19)

  • Desgracia tras desgracia,una mala noticia tras otra;los profetas no tendrán más visiones,los sacerdotes, nada más que decir, los ancianos no sabrán más qué aconsejar. (Ezequiel 7, 26)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina