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  • Si alguien oye el sonido del cuerno y no toma en cuenta el aviso, y llega la espada y lo corta, él es responsable de su muerte. (Ezequiel 33, 4)

  • Pero si el vigía ve que amenaza la espada y no toca el cuerno, si el pueblo no es avisado y llega a matar la espada a alguien del pueblo, ese será segado debido a su pecado, pero le pediré al centinela cuenta de su sangre. (Ezequiel 33, 6)

  • Añadirás: Esto dice Yavé: Tan cierto como que vivo que los que viven entre ruinas caerán a espada, los que viven en el campo serán devorados por las fieras salvajes y los que viven en guaridas y en cavernas morirán de peste. (Ezequiel 33, 27)

  • Con tu odio de siempre, condenaste a los israelitas a la espada en el tiempo de la prueba, cuando puse término a sus pecados. (Ezequiel 35, 5)

  • Tus montañas se cubrirán de cadáveres; habrá víctimas de la espada en tus colinas, en los valles y en todos los barrancos. (Ezequiel 35, 8)

  • Después de siglos vas a recibir órdenes, después de muchos años te vas a poner en camino al país cuyos habitantes escaparon a la espada; fueron reunidos de numerosos pueblos en las montañas de Israel, las que estuvieron mucho tiempo abandonadas. Después que se separaron de los demás pueblos, viven todos en paz. (Ezequiel 38, 8)

  • Las naciones comprenderán que si el pueblo de Israel estuvo en el exilio, fue porque pecó contra mí; le oculté mi rostro porque me fue infiel; lo entregué en manos de sus enemigos, y todos murieron a espada. (Ezequiel 39, 23)

  • Los que comían de su mesa lo quebrantarán, sus tropas se desbandarán y muchos caerán muertos a espada (Daniel 11, 26)

  • Los más inteligentes del pueblo enseñarán a muchos, pero caerán a espada o serán quemados, desterrados o despojados de sus bienes durante algún tiempo. (Daniel 11, 33)

  • Dijo Daniel: «Tú también has mentido, para mal tuyo: el ángel del Señor ya está esperando, espada en mano, para partirte por el medio y acabar con ustedes. (Daniel 13, 59)

  • Adóralo, pues.» Respondió Daniel: «Yo adoro al Señor, mi Dios, porque él es un Dios vivo. Dame autorización y yo mataré a este dragón sin espada ni palo.» (Daniel 14, 25)

  • Pero tendré compasión de la casa de Judá y los salvaré por Yavé su Dios; los salvaré sin usar el arco ni la espada, ni la guerra ni los carros ni los caballos.) (Oseas 1, 7)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina