Fundar 1807 Resultados para: eso

  • De ahí que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir de nosotros la enseñanza de Dios, la aceptaron, no como enseñanza de hombres, sino como Palabra de Dios. Porque eso es realmente y como tal actúa en ustedes los creyentes. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 13)

  • Por eso no pude esperar más y envié a Timoteo para tener noticias de la fe, no fuera que el Tentador los hubiera hecho tropezar, resultando inútil nuestro trabajo. (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 5)

  • Por lo demás, hermanos, les pedimos y rogamos en nombre del Señor Jesús: Aprendieron de nosotros cómo han de portarse para agradar a Dios; ya viven así, pero procuren hacer nuevos progresos. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 1)

  • Por eso, el que no haga caso de estas advertencias desobedece, no a un hombre, sino al mismo Dios, que les da a ustedes su Espíritu Santo. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 8)

  • ¿Cuándo sucederá eso? ¿Cómo será? Sobre esto, hermanos, no necesitan que se les hable, (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 1)

  • Por eso anímense mutuamente y edifíquense juntos, como ya lo están haciendo. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 11)

  • Saluden a todos los hermanos con el beso santo. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 26)

  • A ésos les mandamos y les rogamos, por Cristo Jesús, nuestro Señor, que trabajen y se ganen la vida en vez de molestar. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 12)

  • Al partir para Macedonia te rogué que te quedaras en Efeso; debías advertir a algunos que no cambiaran la doctrina (1º Carta a Timoteo 1, 3)

  • Y no fue Adán el que se dejó engañar, sino la mujer, y por ella vino la desobediencia. (1º Carta a Timoteo 2, 14)

  • Ocúpate de estas cosas y fíjate en lo que dije; así todos serán testigos de tus progresos. (1º Carta a Timoteo 4, 15)

  • Los presbíteros que son buenos dirigentes recibirán doble honor y remuneración, sobre todo los que llevan el peso de la predicación y de la enseñanza. (1º Carta a Timoteo 5, 17)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina