Fundar 12 Resultados para: enojarse

  • Ahora bien, su rival la molestaba continuamente por esto con el fin de hacerla enojarse. (1 Samuel 1, 6)

  • Al oír esto, los hombres de Judá les respondieron: «Lo hacemos porque el rey es nuestro pariente. ¿Qué sacan con enojarse por eso? ¿Acaso vivimos a costa del rey o nos ha hecho algún regalo especial?» (2 Samuel 19, 43)

  • Yavé molerá a Israel hasta que quede como cañas arrastradas por el río; arrojará a Israel de este país fértil que dio a sus padres y los dispersará al otro lado del río Eufrates, porque lo hicieron enojarse con sus árboles sagrados. (1 Reyes 14, 15)

  • Esto sucedió por los pecados que Jeroboam cometió e hizo cometer a Israel y con los que hizo enojarse a Yavé, Dios de Israel. (1 Reyes 15, 30)

  • Pero luego que nuestros padres hicieron enojarse al Dios de los Cielos, él los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo que destruyó esta Casa y desterró al pueblo a Babilonia. (Esdras 5, 12)

  • Pero, para que no quedes decepcionado y fracasado, la muerte caerá sobre ellos. Han caído en un pecado que hace enojarse a Dios cada vez que lo cometen (Judit 11, 11)

  • Pero, al actuar Antíoco en forma tan insolente, no sabía que el Señor lo dejaba profanar su Templo para castigar a los habitantes de la ciudad, porque sus pecados lo habían hecho enojarse. (2 Macabeos 5, 17)

  • El que demora en enojarse da muestra de inteligencia, el que no se domina manifiesta su locura. (Proverbios 14, 29)

  • El hombre arrebatado arma peleas, el que demora en enojarse trae la calma. (Proverbios 15, 18)

  • No apenes al que tiene hambre, ni hagas enojarse a un indigente. (Sirácides (Eclesiástico) 4, 2)

  • Rasguen su corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yavé su Dios, porque él es bondadoso y compasivo; le cuesta enojarse, y grande es su misericordia; envía la desgracia, pero luego perdona. (Joel 2, 13)

  • Hermanos muy queridos, sean prontos para escuchar, pero lentos para hablar y enojarse, (Carta de Santiago 1, 19)


“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina