Fundar 420 Resultados para: ejército de madián

  • los sidonios, Amalec y Madián los oprimían y ustedes clamaron a mí, ¿no los salvé de sus manos? (Jueces 10, 12)

  • Luego de un rudo combate, los israelitas fueron derrotados, dejando muertos en el campo de batalla alrededor de cuatro mil hombres. Volvió el ejército al campamento, y los jefes de Israel se preguntaban por qué Yavé había dejado que fueran derrotados por los filisteos. Y se dijeron: «Vamos a Silo a buscar el Arca de nuestro Dios. Así estará ella con nosotros y nos salvará de nuestros enemigos.» (1 Samuel 4, 3)

  • Pero ellos se olvidaron de Yavé, su Dios, por lo que les entregó en manos de Sísara, jefe del ejército de Jasor, y en manos de los filisteos y del rey de Moab, que les hicieron la guerra. (1 Samuel 12, 9)

  • Los filisteos se reunieron para atacar a Israel con tres mil carros, seis mil hombres de a caballo y un ejército tan numeroso como las arenas del mar. Subieron y acamparon en Micmas, al este de Bet-Avén. (1 Samuel 13, 5)

  • Esperó siete días conforme al plazo que Samuel había fijado; pero Samuel no llegó a Guilgal y el ejército empezó a dispersarse. (1 Samuel 13, 8)

  • Pero Samuel le dijo: «¿Qué has hecho?» Y Saúl respondió: «Yo vi que el ejército se dispersaba y que los filisteos se concentraban en Micmas, y tú no llegabas. (1 Samuel 13, 11)

  • La esposa de Saúl se llamaba Ajínoam, hija de Ajimás. El jefe de su ejército se llamaba Abner, hijo de Ner, tío de Saúl; (1 Samuel 14, 50)

  • Durante toda la vida de Saúl hubo una guerra muy dura contra los filisteos. Por esta razón, cuando Saúl tenía noticias de algún hombre robusto y valiente, lo incorporaba a su ejército. (1 Samuel 14, 52)

  • Mientras tanto los filisteos habían reorganizado su ejército y se concentraron en Soco de Judá, acampando entre Soco y Azeca, en Efes-Damim. (1 Samuel 17, 1)

  • En tiempo de Saúl era anciano, pero había enviado hombres al ejército. Sus tres hijos mayores Eliab, el primogénito, Abinadab, el segundo, y Samá, el tercero, se fueron a la guerra con Saúl. (1 Samuel 17, 13)

  • Se levantó David de madrugada, dejó su rebaño encargado a un pastor y, tomando las cosas, se fue como le había mandado su padre. Y llegó al campamento justo cuando el ejército salía para ponerse en posición de ataque lanzando el grito de guerra. (1 Samuel 17, 20)

  • Hoy te entregará Yavé en mis manos, te derribaré y te cortaré la cabeza. Y hoy mismo daré tu cadáver y los cadáveres del ejército filisteo a las aves de rapiña y a las fieras salvajes. Toda la tierra sabrá que hay un Dios en Israel, (1 Samuel 17, 46)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina