Fundar 60 Resultados para: doscientos

  • Cuando David llegó a donde había dejado a los doscientos hombres, éstos salieron a su encuentro. David se acercó y los saludó preguntándoles si todo estaba bien. (1 Samuel 30, 21)

  • Había salido de Jerusalén con doscientos hombres invitados por él, que lo acompañaban sin saber lo que tramaba. (2 Samuel 15, 11)

  • Apenas pasó David la cumbre, vino a su encuentro Sibá, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la estación y un botellón de vino. (2 Samuel 16, 1)

  • Ajab pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias, que eran doscientos treinta y dos. Luego hizo el censo de todos los hombres de su pueblo, llegando el total a siete mil. (1 Reyes 20, 15)

  • Joás, rey de Israel, tomó preso a Amasías, hijo de Ocozías, en Betsames y lo llevó a Jerusalén. Hizo una abertura de doscientos metros en la muralla de Jerusalén, desde la Puerta de Efraím hasta la Puerta del Angulo. (2 Reyes 14, 13)

  • Estaban inscritos según sus linajes y los jefes de sus casas paternas tenían veinte mil doscientos guerreros esforzados. (1 Crónicas 7, 9)

  • Todos éstos fueron hijos de Jedaiel, cabezas de familia, esforzados guerreros, en número de diecisiete mil doscientos, aptos para la milicia y la guerra. (1 Crónicas 7, 11)

  • El total de esos hombres escogidos para porteros era de doscientos doce, y estaban inscritos en sus poblados. David y Samuel el vidente los habían establecido en sus cargos permanentes. (1 Crónicas 9, 22)

  • De los hijos de Isacar, expertos en distinguir las oportunidades y saber lo que Israel debía hacer, doscientos jefes, y todos sus hermanos bajo sus órdenes. (1 Crónicas 12, 33)

  • de los hijos de Merarí: a Asaías, el jefe y a sus hermanos, doscientos veinte; (1 Crónicas 15, 6)

  • a Semaías, el jefe y sus hermanos, doscientos; (1 Crónicas 15, 8)

  • Su número, contando a sus hermanos, los que estaban instruidos en el canto de Yavé, todos ellos maestros, era de doscientos ochenta y ocho. (1 Crónicas 25, 7)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina