Fundar 2153 Resultados para: cuando

  • Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron con Faraón. (Exodo 7, 7)

  • Cuando ya habían transcurrido siete días después que Yavé golpeó el río, (Exodo 7, 25)

  • Moisés le contestó: «Indícame, por favor, cuándo tendré que rogar por ti, por tus servidores y tu pueblo, para que se alejen las ranas y que solamente haya en el Nilo.» (Exodo 8, 5)

  • De nuevo Yavé dijo a Moisés: «Levántate temprano, preséntate a Faraón cuando vaya al río, y dile: Esto dice Yavé: Deja salir a mi pueblo para que me ofrezca sacrificios. (Exodo 8, 16)

  • Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: «Esto dice Yavé, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios. (Exodo 10, 3)

  • Los servidores de Faraón le dijeron: «¿Hasta cuándo va a ser nuestra ruina este hombre? Deja salir a esa gente para que ofrezcan sacrificios a su Dios. ¿No te das cuenta cómo está arruinado el país?» (Exodo 10, 7)

  • Estas mismas ceremonias las harán cuando entren en la tierra que Yavé les dará, como les tiene prometido. (Exodo 12, 25)

  • Y cuando sus hijos les pregunten qué significa este rito, (Exodo 12, 26)

  • les responderán: Este es el sacrificio de la Pascua para Yavé, que pasó de largo por las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando mató a los egipcios, dejando a salvo nuestras casas.» Al oír esto, todo el pueblo se postró y adoró. (Exodo 12, 27)

  • Cuando se cumplieron estos 430 años, ese mismo día, todos los ejércitos de Yavé salieron de Egipto. (Exodo 12, 41)

  • Cuando Yavé te haya introducido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del jeveo y del jebuseo, la que prometió con juramento a tus padres que te daría a ti, tierra que mana leche y miel, tú celebrarás este rito sagrado en este mes. (Exodo 13, 5)

  • En aquel día dirás a tus hijos: Esto lo hacemos recordando lo que hizo Yavé conmigo cuando salí de Egipto. (Exodo 13, 8)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina