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Estando yo a punto de irme por el camino de toda criatura, les declaro: Reconozcan en su alma y conciencia que todas las promesas de Yavé, nuestro Dios, se cumplieron; ni una ha quedado sin efecto; ni una ha fallado. (Josué 23, 14)
¡Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y viva su poder que te ha enviado para poner en el recto camino a todo viviente! Gracias a tu poder, no sólo los hombres le sirven, sino que hasta las bestias salvajes, los ganados y las aves del cielo viven para Nabucodonosor y toda su casa. (Judit 11, 7)
El, que tiene en su mano el soplo de todo viviente y el espíritu de todo ser humano. (Job 12, 10)
Ha estado oculta a los ojos de todo ser viviente y aun a las aves del cielo. (Job 28, 21)
Tú sólo abres tu mano, y satisfaces de lo que quiera a todo ser viviente. (Salmos 145, 16)
Todo ser viviente ama a su semejante, todo hombre ama a su prójimo. (Sirácides (Eclesiástico) 13, 15)
A cada uno le corresponde la misericordia con su prójimo, y al Señor, la misericordia del para todo ser viviente; reprende, corrige, enseña, y como un pastor reúne a su rebaño. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 13)
Acuérdate que la avidez es un mal. ¿Hay peor criatura que un ojo ávido? Por eso todo lo que ve lo hace llorar. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 13)
El Señor la decretó para todo ser viviente: ¿rehusarás algo que le pareció bueno al Altísimo? Ya sea que hayas vivido diez, cien o mil años, a nadie le importarará eso en la Morada de abajo. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 4)
Sem y Set han sido grandes para la humanidad, pero Adán es superior a toda criatura viviente! (Sirácides (Eclesiástico) 49, 16)
que estás sentado sobre los querubines, tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el creador del cielo y de la tierra. Atiéndeme, Yavé, y escucha. Abre, Yavé, tus ojos y mira. Mira las palabras de Senaquerib con que manda insultar al Dios viviente. (Isaías 37, 17)
Pero Yavé es el verdadero Dios, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra, y las naciones no pueden aguantar su cólera. (Jeremías 10, 10)
