Fundar 24 Resultados para: continuamente
¡Feliz el que lo lea continuamente! Si le presta atención, se hará sabio; si lo pone en práctica, se sentirá lo bastante fuerte en cualquier circunstancia, porque la luz del Señor iluminará su camino. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 28)
No se apagará ni de día ni de noche, y el humo subirá continuamente. Quedará desolado para siempre, y por ahí nadie pasará. (Isaías 34, 10)
Y ahora, ¿qué hago yo aquí?, se pregunta Yavé, mientras mi pueblo ha sido hecho esclavo gratuitamente, sus opresores lanzan gritos de triunfo, y continuamente, a lo largo del día, mi nombre es despreciado. Pues bien, mi pueblo conocerá mi Nombre, y sabrá entonces quién dijo: «¡Aquí estoy!» (Isaías 52, 5)
Este pueblo me provoca continuamente en mi propia cara, haciendo sacrificios en los jardines, quemando perfumes sobre ladrillos, (Isaías 65, 3)
Desde el día en que saqué a sus padres de Egipto hasta el día de hoy les he mandado continuamente a mis servidores, los profetas. (Jeremías 7, 25)
Me han dado la espalda en vez de la cara, y mientras yo trataba de instruirlos continuamente, nadie me puso atención para aprender la lección. (Jeremías 32, 33)
Dirás de mi parte a la casa de Israel: Me preparo para profanar mi santuario, del cual están ustedes tan orgullosos y que es la alegría de sus ojos; también serán muertos sus hijos y sus hijas a los que dejaron y en los cuales piensan continuamente. (Ezequiel 24, 21)
Acuérdate de esta advertencia, hijo de hombre: el día en que se les quite su "refugio", esa joya que es la alegría de sus ojos, así como también a sus hijos y a sus hijas en los que piensan continuamente, (Ezequiel 24, 25)
y continuamente estaban en el Templo alabando a Dios. (Evangelio según San Lucas 24, 53)
pero no por eso dejó de manifestarse, pues continuamente derrama sus beneficios. El es quien desde el cielo les da las lluvias, y los frutos a su tiempo, dando el alimento y llenando los corazones de alegría.» (Hecho de los Apóstoles 14, 17)
Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. (Carta a los Romanos 8, 36)
Y nosotros mismos, ¿para qué arriesgamos continuamente la vida? (1º Carta a los Corintios 15, 30)