Fundar 2803 Resultados para: construir casa sobre roca
Así, pues, el que se casa con la joven que mantenía virgen obra bien, y el que no se casa obra mejor. (1º Carta a los Corintios 7, 38)
¿No saben que los que trabajan en el servicio sagrado son mantenidos por el Templo, y los que sirven al altar reciben su parte de lo que ha sido ofrecido sobre el altar? (1º Carta a los Corintios 9, 13)
y bebieron la misma bebida espiritual; el agua brotaba de una roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. (1º Carta a los Corintios 10, 4)
La mujer, pues, debe llevar sobre la cabeza el signo de su dependencia; de lo contrario, ¿qué pensarían los ángeles? (1º Carta a los Corintios 11, 10)
y si alguien tiene hambre, que coma en su casa. Pero no se reúnan para ponerse en mala situación. Lo demás ya lo dispondré cuando vaya. (1º Carta a los Corintios 11, 34)
y si desean saber más, que se lo pregunten en casa a su marido. Es feo que la mujer hable en la asamblea. (1º Carta a los Corintios 14, 35)
Los saludan las Iglesias de Asia. Aquila y Prisca los saludan en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. (1º Carta a los Corintios 16, 19)
Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia. (2º Carta a los Corintios 1, 5)
Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues él es el Señor del espíritu. (2º Carta a los Corintios 3, 18)
Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2º Carta a los Corintios 5, 1)
Eso mismo nos mantiene inquietos y anhelamos el día en que nos pongan esa casa celestial por encima de la actual, (2º Carta a los Corintios 5, 2)
Pero al final, sea que conservemos esta casa o la perdamos, lo que nos importa es agradar al Señor. (2º Carta a los Corintios 5, 9)