Fundar 259 Resultados para: comer maná

  • despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los pueblos más cercanos y se compren algo de comer.» (Evangelio según San Marcos 6, 36)

  • Jesús les contestó: «Denles ustedes de comer.» Ellos dijeron: «¿Y quieres que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para dárselo?» (Evangelio según San Marcos 6, 37)

  • En aquellos días se juntó otra vez muchísima gente, y no tenían nada que comer. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: (Evangelio según San Marcos 8, 1)

  • «Siento compasión por esta gente, pues hace ya tres días que están conmigo y no tienen nada para comer. (Evangelio según San Marcos 8, 2)

  • Si los mando a sus casas sin comer, desfallecerán por el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos.» (Evangelio según San Marcos 8, 3)

  • hasta la casa en que entre y digan al dueño: El Maestro dice: ¿Dónde está mi pieza, en que podré comer la Pascua con mis discípulos? (Evangelio según San Marcos 14, 14)

  • El les contestaba: «El que tenga dos capas, que dé una al que no tiene, y el que tenga de comer, haga lo mismo.» (Evangelio según San Lucas 3, 11)

  • Pues entró en la Casa de Dios, tomó los panes de la ofrenda, los comió y les dio también a sus hombres, a pesar de que sólo estaba permitido a los sacerdotes comer de ese pan.» (Evangelio según San Lucas 6, 4)

  • Un fariseo invitó a Jesús a comer. Entró en casa del fariseo y se reclinó en el sofá para comer. (Evangelio según San Lucas 7, 36)

  • Le volvió su espíritu; al instante se levantó y Jesús insistió en que le dieran de comer. (Evangelio según San Lucas 8, 55)

  • Jesús les contestó: «Denles ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados. ¿O desearías, tal vez, que vayamos nosotros a comprar alimentos para todo este gentío?» (Evangelio según San Lucas 9, 13)

  • Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Entró y se sentó a la mesa. (Evangelio según San Lucas 11, 37)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina