Fundar 232 Resultados para: animales impuros

  • Se fue Sansón y cazó trescientas zorras, tomó unas antorchas y juntando a los animales cola con cola puso una antorcha entre cada dos colas. (Jueces 15, 4)

  • Un día, el hombre rico re cibió una visita y, no queriendo matar a ninguno de sus animales para atender al recién llegado, robó la oveja del po bre y se la preparó.» (2 Samuel 12, 4)

  • Estuvieron el rey de Israel, el de Judá y el de Edom dando la vuelta durante siete días, y faltó el agua para los soldados y para los animales de carga que los seguían. (2 Reyes 3, 9)

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir como respuesta a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija para que sea la esposa de mi hijo; pero los animales salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Reyes 14, 9)

  • El rey rompió las imágenes de los falsos dioses, cortó los troncos sagrados, y los lugares en donde se encontraban fueron llenados de huesos humanos para hacerlos impuros. (2 Reyes 23, 14)

  • Los israelitas que habían vuelto del destierro comieron la Pascua con todos los demás que se habían apartado de la gente del país para no ser más impuros como ellos, y se habían unido a ellos para buscar a Yavé, Dios de Israel. (Esdras 6, 21)

  • Traeremos todos los años las primicias de nuestros campos y de nuestros frutos a la Casa de Yavé, también nuestros hijos primogénitos y los primeros nacidos de nuestros animales, conforme a lo escrito en la Ley, (Nehemías 10, 36)

  • Te reirás de la sequía y del hambre, y no temerás a los animales feroces. (Job 5, 22)

  • no se fija en que un pie puede aplastarlos y los animales del campo pueden abrirlos. (Job 39, 15)

  • ovejas y bueyes por doquier, y también los animales silvestres, (Salmos 8, 8)

  • Como los altos montes es tu justicia, y tus decretos como los abismos; Señor, tú ayudas a hombres y animales: (Salmos 36, 7)

  • pues mío es cuanto vive en la selva y los miles de animales de los montes. (Salmos 50, 10)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina