Fundar 2459 Resultados para: Reino de Israel

  • y se les facilitará generosamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús. (2º Carta de Pedro 1, 11)

  • Así como hubo falsos profetas en el pueblo de Israel, también entre ustedes habrá falsos maestros. Introducirán novedades dañinas, pero sin tardar se perderán por renegar del Maestro que los rescató. (2º Carta de Pedro 2, 1)

  • y por su sangre nos ha purificado de nuestros pecados, haciendo de nosotros un reino y una raza de sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 1, 6)

  • Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las pruebas, el reino y la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla de Patmos a causa de la palabra de Dios y por haber proclamado a Jesús. (Apocalipsis 1, 9)

  • el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y de su reino. (Apocalipsis 1, 18)

  • Los hiciste reino y sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra. (Apocalipsis 5, 10)

  • Entonces oí el número de los marcados con el sello: ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de los hijos de Israel: (Apocalipsis 7, 4)

  • Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron grandes voces en el cielo: «Ahora el mundo ha pasado a ser reino de nuestro Dios y de su Cristo. Sí, reinará por los siglos de los siglos.» (Apocalipsis 11, 15)

  • El quinto ángel vació su copa sobre el trono de la bestia, y al instante su reino quedó sumido en tinieblas y la gente se mordía la lengua de dolor. (Apocalipsis 16, 10)

  • Los diez cuernos son diez reyes que todavía no han recibido el reino, pero tendrán poder por una hora junto a la bestia. (Apocalipsis 17, 12)

  • Tenía una muralla grande y alta con doce puertas, y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. (Apocalipsis 21, 12)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina