Fundar 107 Resultados para: Oriente

  • Yahvé Dios plantó un jardín en un lugar del Oriente llamado Edén, y colocó allí al hombre que había formado. (Génesis 2, 8)

  • El tercer río se llama Tigris, y fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. (Génesis 2, 14)

  • Habiendo expulsado al hombre, puso querubines al oriente del jardín del Edén, y también un remolino que disparaba rayos, para guardar el camino hacia el Arbol de la Vida. (Génesis 3, 24)

  • Caín se fue de la presencia de Yavé y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén. (Génesis 4, 16)

  • Estos ocuparon la región comprendida entre Mesa, en dirección a Sefar, y la montaña que está al oriente. (Génesis 10, 30)

  • Pero al emigrar los hombres desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Sinear, y se establecieron allí. (Génesis 11, 2)

  • Desde allí pasó a la montaña, al oriente de Betel, y plantó su tienda de campaña, teniendo Betel al oeste y Hay al oriente. También aquí edificó un altar a Yavé e invocó su Nombre. (Génesis 12, 8)

  • Lot eligió para sí todo el valle del Jordán, y se trasladó al oriente. Así se separaron el uno del otro. (Génesis 13, 11)

  • Yavé dijo a Abram, después que Lot se separó de él: «Levanta tus ojos y mira desde el lugar en que estás hacia el norte, el sur, el oriente y el poniente. (Génesis 13, 14)

  • A los hijos de las concubinas que tenía Abrahán, en cambio, les hizo regalos, y estando él vivo todavía, los envió más al este, a los paises del oriente, lejos de Isaac. (Génesis 25, 6)

  • Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra y te extenderás por oriente y occidente, por el norte y por el sur. A través de ti y de tus descendientes serán bendecidas todas las naciones de la tierra. (Génesis 28, 14)

  • Jacob, siguiendo su viaje, llegó a la tierra de oriente. (Génesis 29, 1)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina