Fundar 49 Resultados para: Mande

  • Elías, del pueblo de Tisbé, en Galaad, dijo a Ajab: «Por la vida de Yavé, el Dios de Israel a cuyo servicio estoy, no habrá estos años lluvia ni rocío mientras yo no mande.» (1 Reyes 17, 1)

  • Porque así dice Yavé, Dios de Israel: No se terminará la harina de la tinaja ni se agotará el aceite del cántaro hasta el día en que Yavé mande la lluvia a la tierra.» (1 Reyes 17, 14)

  • Yavé protestaba contra Israel y Judá por boca de todos los profetas y videntes, diciéndoles: «Vuelvan de sus malos caminos y guarden mis mandamientos y preceptos, conforme a las leyes que ordené a sus padres y que les mandé por medio de mis siervos, los profetas.» (2 Reyes 17, 13)

  • Querían hacerme algún daño; pero les mandé a decir: «Estoy muy ocupado en un trabajo muy importante. No bajaré hacia donde ustedes se encuentran, porque se pararía el trabajo si lo dejara.» (Nehemías 6, 3)

  • Pero yo le mandé a decir: «Nada de eso es verdad. Sólo son inventos tuyos.» (Nehemías 6, 8)

  • Mandé entonces a los jefes de Judá que subieran a la muralla y organicé dos grandes coros. El primero avanzaba por encima de la muralla, en la parte sur, dirigiéndose hacia la Puerta del Basural; (Nehemías 12, 31)

  • y mandé purificar los departamentos y volver a poner en ellos los utensilios de la Casa de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)

  • El rey, llamando a Mardoqueo, les dijo a ambos: «Ustedes han visto que la casa de Amán se la di a Ester y que a ése lo mandé ahorcar por haber querido acabar con los judíos. (Ester 8, 7)

  • mi corazón se dejó seducir en secreto, y le mandé con mi mano un beso de mi boca? (Job 31, 27)

  • Que del cielo mande alguien a salvarme de las manos de aquellos que me acosan; envíe Dios su gracia y su verdad. (Salmos 57, 4)

  • Ahora recuerdo los males que cometí en Jerusalén, los objetos de oro y plata que robé, los habitantes de Judea que mandé matar sin motivo. (1 Macabeos 6, 12)

  • Cada año eligen a uno que mande sobre ellos y que gobierne el imperio, y todos le obedecen sin que haya entre ellos envidias o celos. (1 Macabeos 8, 16)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina