Fundar 207 Resultados para: Incienso Sagrado

  • Entraron en Canaán, y Abram atravesó el país hasta llegar al lugar sagrado de Siquem, al árbol de Moré. En aquel tiempo los cananeos ocupaban el país. (Génesis 12, 6)

  • Cuando Yavé te haya introducido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del jeveo y del jebuseo, la que prometió con juramento a tus padres que te daría a ti, tierra que mana leche y miel, tú celebrarás este rito sagrado en este mes. (Exodo 13, 5)

  • El les dijo: «Esto es lo que tiene ordenado Yavé: Mañana es día sábado, un descanso sagrado que le es dedicado. Hagan hoy todo lo que tengan que hacer, cuezan lo que haya que cocer, hiervan lo que han de hervir y guarden lo que sobre para el día siguiente.» (Exodo 16, 23)

  • Moisés contestó: «El pueblo no puede subir al monte, pues se lo prohibiste y me dijiste: Pon un cerco al pie del monte y tenlo por lugar sagrado.» (Exodo 19, 23)

  • Pues en seis días Yavé hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Sábado y lo hizo sagrado. (Exodo 20, 11)

  • Cocerás en un lugar sagrado la carne del carnero ofrecido para esta consagración, (Exodo 29, 31)

  • Harás también un altar para quemar el incienso. Lo harás de madera de acacia (Exodo 30, 1)

  • Aarón quemará cada mañana sobre él incienso aromático, al preparar las lámparas, (Exodo 30, 7)

  • y hará lo mismo al atardecer cuando alimente las lámparas. Este será el Incienso ante Yavé, de generación en generación. (Exodo 30, 8)

  • No se ofrecerá sobre este altar incienso profano, ni holocausto, ni víctima, ni se derramará sobre él vino alguno. (Exodo 30, 9)

  • Una vez al año Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Hará la expiación sobre el altar una vez al año con la sangre del sacrificio por el pecado, y esto, de generación en generación. Será, pues, un lugar muy sagrado para Yavé.» (Exodo 30, 10)

  • la mesa con todos sus vasos, el candelabro con todos sus utensilios, el altar del incienso, (Exodo 30, 27)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina