Fundar 12 Resultados para: Hiere

  • Si dos hombres se pelean y uno hiere al otro con una piedra o con el puño, pero no muere, sino que, después de guardar cama, (Exodo 21, 18)

  • Si lo hiere con un arma de madera, y el otro muere, es un asesino y debe morir. (Números 35, 18)

  • Pero si un hombre, por odio a su prójimo, le tiende una emboscada, se lanza sobre él y lo hiere de muerte, si luego el agresor huye a una de estas ciudades, (Deuteronomio 19, 11)

  • Bendice, ¡oh, Yavé!, su valentía y acepta su servicio. Hiere en el dorso a los que contra él se alcen y que sus enemigos no se levanten jamás. (Deuteronomio 33, 11)

  • José es su toro primogénito: ¡gloria a él! Son sus cuernos, cuernos de búfalo, con los que hiere a todos los pueblos hasta los confines de la tierra. ¡Miren las muchedumbres de Efraím y los millares de Manasés! (Deuteronomio 33, 17)

  • Como los colocó en el crisol para probar sus corazones, así el Señor nos hiere a los que nos acercamos a él, no para castigarnos, sino para instruirnos.» (Judit 8, 27)

  • pues él es el que hiere y el que venda la herida, él lastima y después curan sus manos. (Job 5, 18)

  • El que es generoso se hace bien a sí mismo, el que es duro hiere su propia carne. (Proverbios 11, 17)

  • Si utilizas a un tonto, será como un arquero que hiere a cuantos pasan. (Proverbios 26, 10)

  • ¡Todos tus amantes te olvidaron, ya no se interesan por ti! Sí, yo te he herido como hiere el enemigo, con un golpe seco, por tu enorme culpa y por tus numerosos pecados. (Jeremías 30, 14)

  • que tienda la mejilla al que lo hiere, que se llene de humillaciones. (Lamentaciones 3, 30)

  • Hiere al pastor para que se dispersen las ovejas, que yo me encargaré de matar a los corderitos. Y en todo el país, amenaza Yavé, dos tercios serán exterminados, y sólo se salvará un tercio. (Zacarías 13, 8)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina