Fundar 746 Resultados para: Espíritu Santo

  • Al sacerdote lo tendrás por santo, pues él ofrece el pan de tu Dios; será santo para ti porque yo soy Santo, yo Yavé, que les santifico a ustedes. (Levítico 21, 8)

  • No puede salir del Lugar Santo sin profanar el orden del Lugar Santo, porque el óleo que lo consagró a su Dios permanece sobre él como un diadema sobre su cabeza: ¡yo soy Yavé! (Levítico 21, 12)

  • No profanará a su posteridad en medio de su pueblo, porque yo soy Yavé, que a él lo hago santo.» (Levítico 21, 15)

  • «Enseña a Aarón y a sus hijos cuándo se deben abstener de las cosas santas que los hijos de Israel me consagren, para que no profanen mi santo Nombre: ¡yo soy Yavé! (Levítico 22, 2)

  • No profanen mi santo Nombre, para que yo sea reconocido santo en medio de los hijos de Israel. (Levítico 22, 32)

  • El año cincuenta será para ustedes un año santo, un año en que proclamarán una amnistía para todos los habitantes del país. Será para ustedes el Jubileo. Los que habían tenido que empeñar su propiedad, la recobrarán. Los esclavos regresarán a su familia. (Levítico 25, 10)

  • pues es año jubilar. Será para ustedes un año santo en que comerán de lo que el campo produce por sí solo. (Levítico 25, 12)

  • Este será el servicio de los hijos de Quehat en la Tienda de las Citas, y es un servicio muy santo. (Números 4, 4)

  • Puede ser que un espíritu de celos entre en el marido y que tiene sospechas porque, de hecho, se hizo impura. Pero también puede ser que un espíritu de celos le haya entrado y tenga sospechas, siendo que ella le ha sido fiel. (Números 5, 14)

  • Bajaré y hablaré contigo; luego tomaré de mi espíritu que está en ti y se lo pondré a ellos. Llevarán contigo la carga del pueblo y ya no tendrás que llevarla solo. (Números 11, 17)

  • Entonces Yavé bajó en la nube y habló, luego tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo puso en los setenta hombres ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar, pero después no lo hicieron más. (Números 11, 25)

  • Dos hombres se habían quedado en el campamento, el primero se llamaba Eldad y el otro, Medad; el espíritu se posó sobre ellos. Pertenecían a los inscritos, pero no habían ido a la Tienda, y profetizaron en el campamento. (Números 11, 26)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina