Fundar 43 Resultados para: Comerás

  • Tendrás una prometida y otro hombre la hará suya. Edificarás una casa y no la podrás habitar. Plantarás una viña y no comerás sus uvas. (Deuteronomio 28, 30)

  • Tu buey será sacrificado delante de ti y no comerás de él. Ante tus ojos te robarán tu burro y no te lo devolverán, tus ovejas serán entregadas a tus enemigos y nadie te defenderá. (Deuteronomio 28, 31)

  • Plantarás una viña y la cultivarás, pero no beberás vino ni comerás uvas, porque los gusanos la roerán. (Deuteronomio 28, 39)

  • Te comerás el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijas e hijos que te haya dado Yavé, en el asedio y angustia a que te reducirá tu enemigo. (Deuteronomio 28, 53)

  • Samuel respondió a Saúl: «Yo soy el vidente. Sube delante de mí al santuario. Hoy comerás conmigo. Mañana te despediré y te contestaré todas tus preguntas. (1 Samuel 9, 19)

  • Y él respondió: «Soy yo, para servirte.» David le dijo: «No temas, porque quiero tratarte con be nevolencia, por amor a tu padre Jonatán. Te de volveré todas las tierras de Saúl, tu padre, y to dos los días comerás a mi mesa.» (2 Samuel 9, 7)

  • Pues Yavé me lo ordenó así: No comerás pan ni beberás agua, ni volverás por el camino que viniste.» (1 Reyes 13, 9)

  • sino que has regresado y has comido y bebido en el lugar del que te había dicho: no comerás ni beberás allí. Por eso tu cadáver no será enterrado junto al de tus padres.» (1 Reyes 13, 22)

  • El escudero sobre cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios: «Aunque Yavé abriera las ventanas del cielo para que llueva trigo, ¿podría ocurrir tal cosa?» Eliseo contestó: «Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.» (2 Reyes 7, 2)

  • el escudero había declarado al hombre de Dios: «Aunque Yavé abriera las ventanas del cielo para que llueva trigo, no podrá ocurrir lo que tú dices.» Eliseo le había dicho: «Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.» (2 Reyes 7, 19)

  • Comerás del trabajo de tus manos, esto será tu fortuna y tu dicha. (Salmos 128, 2)

  • De todo lo que has dicho te llenarás el estómago; comerás hasta saciarte de lo que ha salido de tus labios. (Proverbios 18, 20)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina