Fundar 26 Resultados para: Alegro

  • y se alegró de tu caída y estuvo feliz con tu ruina, porque se verá afligida a su vez y destruida. (Baruc 4, 33)

  • Entonces el rey se alegró sobremanera y mandó sacar a Daniel del foso. Lo sacaron y no hallaron ninguna herida, porque había confiado en Dios. (Daniel 6, 24)

  • Entonces Yavé Dios hizo brotar una planta de ricino que creció por encima de Jonás para dar sombra a su cabeza y así calmarlo de su enojo. Jonás se alegró mucho por la planta. (Jonás 4, 6)

  • Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia. (Evangelio según San Lucas 23, 8)

  • Es el novio quien tiene a la novia; el amigo del novio está a su lado y hace lo que él le dice y se alegra con sólo oír la voz del novio. Por eso me alegro sin reservas. (Evangelio según San Juan 3, 29)

  • En cuanto a Abrahán, padre de ustedes, se alegró pensando ver mi día. Lo vio y se regocijó. ». (Evangelio según San Juan 8, 56)

  • pero yo me alegro por ustedes de no haber estado allá, pues así ustedes creerán. Vamos a verlo.» (Evangelio según San Juan 11, 15)

  • Al llegar fue testigo de la gracia de Dios y se alegró; animaba a todos a que permaneciesen fieles al Señor con firme corazón, (Hecho de los Apóstoles 11, 23)

  • ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Esa tristeza venía de Dios, de manera que ningún mal les sobrevino por causa nuestra. (2º Carta a los Corintios 7, 9)

  • Por eso me sentí confortado. Además de este consuelo, me alegró mucho ver a Tito tan contento de cómo ustedes lo tranquilizaron. (2º Carta a los Corintios 7, 13)

  • Me alegro, pues, de poder confiar totalmente en ustedes. (2º Carta a los Corintios 7, 16)

  • Y aunque deba dar mi vida por la fe de ustedes, que vale más que cualquier celebración y sacrificio, me siento feliz y me alegro con todos ustedes. (Carta a los Filipenses 2, 17)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina