Fundar 52 Resultados para: Abundancia

  • Se servían las bebidas en copas de oro de diferentes formas y había vino en abundancia, como corresponde a un banquete ofrecido por un rey. (Ester 1, 7)

  • No me complací en la abundancia de mis bienes ni de lo mucho que habían adquirido mis manos. (Job 31, 25)

  • También a ti te librará de la angustia. una abundancia sin límites la reemplazará, y tu mesa rebosará de sabrosos manjares. (Job 36, 16)

  • Coronas el año de tus bondades, por tus senderos corre la abundancia; (Salmos 65, 12)

  • ¡Abundancia de trigo habrá en la tierra, que cubrirá la cima de los montes; que abunde en fruto como el Líbano, se multiplicarán como hierba de la tierra! (Salmos 72, 16)

  • Como confía en la aurora el centinela, así Israel confíe en el Señor; porque junto al Señor está su bondad y la abundancia de sus liberaciones, (Salmos 130, 7)

  • guarda en paz tus fronteras, te da del mejor trigo en abundancia. (Salmos 147, 14)

  • Porque con la abundancia podría dejarte y decir: "¿Pero, quién es Yavé?" Y en la miseria podría ponerme a robar: lo que sería deshonrar el nombre de mi Dios! (Proverbios 30, 9)

  • Tu tierra regada da un jardín de granadas con abundancia de frutos exquisitos y de hierbas aromáticas. (Cantar 4, 13)

  • En los momentos de abundancia acuérdate de los instantes de miseria; en los días de riqueza piensa en la pobreza y en la carencia de todo. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 25)

  • Si estás sentado junto a una magnífica mesa, no te quedes con la boca abierta exclamando: "¡Qué abundancia!" (Sirácides (Eclesiástico) 31, 12)

  • Dios hizo mucho más aún por la gloria de Aarón; le dio a manera de herencia los primores de las cosechas, asegurándole así el pan en abundancia. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 20)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina