Fundar 898 Resultados para: árbol de la vida

  • Jacob respondió: «Los años de mi peregrinación son ciento treinta. Pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres durante su peregrinación.» (Génesis 47, 9)

  • Ellos respondieron: «Puesto que nos has salvado la vida, sírvete aceptarnos como esclavos de Faraón.» (Génesis 47, 25)

  • Jacob vivió en Egipto diecisiete años de los ciento cuarenta y siete que duró su vida. (Génesis 47, 28)

  • Y cuando los días de su vida se acercaron a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: «Si me aprecias de veras, te ruego que coloques tu mano bajo mi muslo, y me prometas que no me sepultarás en Egipto; en esto reconoceré tu amor y fidelidad. (Génesis 47, 29)

  • Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios quiso convertirlo en bien para que se realizara lo que hoy ven: conservar la vida de un pueblo numeroso. (Génesis 50, 20)

  • Les amargaron la vida con duros trabajos de arcilla y ladrillos, con toda clase de labores campesinas y toda clase de servidumbres que les imponían por la fuerza. (Exodo 1, 14)

  • «Cuando asistan a las hebreas, y ellas se pongan de cuclillas sobre las dos piedras, fíjense bien: si es niño, háganlo morir; y si es niña, déjenla con vida.» (Exodo 1, 16)

  • Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los niños. (Exodo 1, 17)

  • Entonces el rey llamó a las parteras y les dijo: «¿Por qué han actuado así, dejando con vida a los niños?» (Exodo 1, 18)

  • Entonces Faraón dio esta orden a todo el pueblo: «Echen al río a todo niño nacido de los hebreos, pero a las niñas déjenlas con vida.» (Exodo 1, 22)

  • Ya te dije: Deja partir a mi hijo, para que me rinda culto. Pero tú no lo has dejado que salga, y yo voy a quitar la vida a tu hijo primogénito.» (Exodo 4, 23)

  • Cuando Moisés iba de camino, el Angel de Yavé se le presentó en el lugar donde pasaba la noche, con intención de quitarle la vida. (Exodo 4, 24)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina