Salmos, 57
1. Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva.
1. Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva.
“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina