Salmos, 12
2. ¡Sálvanos, Señor, porque ya no hay gente buena, ha desaparecido la lealtad entre los hombres!
2. ¡Sálvanos, Señor, porque ya no hay gente buena, ha desaparecido la lealtad entre los hombres!
“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina