2. ¡Sí, florezca como el narciso, que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo! Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina