Jeremías, 6
8. ¡Escarmienta, Jerusalén, no sea que mi alma se aparte de ti, y yo te convierta en una desolación, en una tierra deshabitada!
8. ¡Escarmienta, Jerusalén, no sea que mi alma se aparte de ti, y yo te convierta en una desolación, en una tierra deshabitada!
“Viva sempre sob o olhar do Bom Pastor e você ficara’ imune aos pastos contaminados.” São Padre Pio de Pietrelcina