6. Se introdujeron en el interior de la casa, como si estuvieran llevando trigo, e hirieron a Isbaal en el bajo vientre. Luego se pusieron a salvo.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina