Encontrados 16 resultados para: Antiguo Testamento

  • Entonces dijo al servidor más antiguo de su casa, el que le administraba todos los bienes: "Coloca tu mano debajo de mi muslo, (Génesis 24, 2)

  • ¡El torrente Quisón los arrastró, el antiguo torrente, el torrente Quisón! ¡Avanza, alma mía, con denuedo! (Jueces 5, 21)

  • ¿Quieres seguir por el camino antiguo que recorrieron los hombres perversos? (Job 22, 15)

  • Trifón, antiguo partidario de Alejandro, al ver que todas esas tropas protestaban contra Demetrio, fue a ver al árabe Imalcué, preceptor de Antíoco, el hijo de Alejandro. (I Macabeos 11, 39)

  • Ahora hemos elegido a Numenio, hijo de Antíoco, y a Antípatro, hijo de Jasón, y los hemos enviado a los romanos para renovar con ellos nuestro antiguo pacto de amistad. (I Macabeos 12, 16)

  • Los embajadores judíos, enviados por el Sumo Sacerdote Simón y por el Pueblo judío, se han presentado a nosotros como amigos y aliados, para renovar el antiguo pacto de amistad, (I Macabeos 15, 17)

  • Al cabo de setenta años, el Señor visitará a Tiro. Ella volverá a su antiguo comercio, y se prostituirá con todos los reinos de la tierra, sobre la superficie del suelo. (Isaías 23, 17)

  • ¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta Casa en su antiguo esplendor? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿No es como nada ante sus ojos? (Ageo 2, 3)

  • Pero se les oscureció el entendimiento, y ese mismo velo permanece hasta el día de hoy en la lectura del Antiguo Testamento, porque es Cristo el que lo hace desaparecer. (II Corintios 3, 14)

  • El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente. (II Corintios 5, 17)

  • Hermanos, quiero ponerles un ejemplo de la vida cotidiana: cuando un hombre hace un testamento en debida forma, nadie puede anularlo o agregarle nada. (Gálatas 3, 15)

  • Ahora bien, les digo esto: la Ley promulgada cuatrocientos treinta años después, no puede anular un testamento formalmente establecido por Dios, dejando así sin efecto la promesa. (Gálatas 3, 17)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina