Katholische Bibel
 

Isaías, 15

6. Las aguas de Nimrín son yermo desolado: se ha secado la hierba, se ha marchitado el verde, ya no hay verdor.

Verse im Zusammenhang mit Isaías, 15:

Isaías 15 describe la destrucción de Moab, un pueblo vecino de Israel. El capítulo narra la aflicción y la desesperación de los moabitas frente a la invasión y el juicio divino. Los siguientes son cinco versículos relacionados con los temas abordados en Isaías 15:

Jeremías 48:46: "¡Ay de ti, Moab! Las personas de las cuales perecían, porque tus hijos fueron llevados cautivos al cautiverio y tus hijas, al cautiverio". Este versículo habla sobre la captura y el exilio de los Moabitas por parte de los babilonios, un evento que fue profetizado por Isaías en su libro.

Salmo 60:8: "El moab lanzaré mi zapato; sobre Edom lloraré en voz alta; lo hago, oh filistia, gracias a mí". Este versículo expresa la ira de Dios contra Moab y otras naciones enemigas de Israel.

2 Reyes 3:27: "Luego tomó a su primogénito, que debería reinar en su lugar, y le ofreció en Holocausto en la pared. Y hubo una gran indignación en Israel;". Este versículo informa un acto extremo de sacrificio humano cometido por los Moabitas en un intento por escapar de la derrota.

Jeremías 48:35: "Y terminaré que uno ofrece sacrificios en los UPS y lo que quema incienso a sus dioses". Este versículo es una profecía sobre la destrucción de los altares de adoración de los dioses paganos en Moab.

Ezequiel 25:8: "Así dice el Señor Jehová, porque el molino y Seir dicen, he aquí, la Casa de Judá es como todas las demás naciones". Este versículo destaca la hostilidad de los Moabitas en relación con Judá, la nación hermana de Israel.





“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina