Deuteronomio, 18
12. Pues todo ello es abominable a los ojos del Señor, tu Dios; y precisamente por estas prácticas horrendas es por lo que el Señor, tu Dios, echa lejos de ti a estas naciones.
12. Pues todo ello es abominable a los ojos del Señor, tu Dios; y precisamente por estas prácticas horrendas es por lo que el Señor, tu Dios, echa lejos de ti a estas naciones.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina