I Corintios, 4
4. Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor.
4. Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor.
“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina