12. todos los hombres valientes emprendieron la marcha, retiraron el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos, y se los llevaron a Iabés. Allí sepultaron sus huesos bajo el Terebinto de Iabés y ayunaron siete días.





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina