Gefunden 124 Ergebnisse für: vive

  • Respeta al Señor, tu Dios; sírvele, vive unido a él y jura por su nombre. (Deuteronomio 10, 20)

  • No olvides al levita que vive en tu ciudad, pues él no tiene parte ni herencia como tú. (Deuteronomio 14, 27)

  • El extranjero que vive en tu tierra subirá cada vez más, y tú bajarás cada día más; (Deuteronomio 28, 43)

  • vuestros niños, mujeres y el extranjero que vive contigo en tu campamento, desde el leñador al aguador, (Deuteronomio 29, 10)

  • De Benjamín dijo: Amado del Señor, reposa en seguridad. El altísimo le protege cada día y él vive entre sus hombros. (Deuteronomio 33, 12)

  • Israel vive en seguridad, la fuente de Jacob vive apartada en una tierra de trigo y mosto, que el cielo mismo riega con su rocío. (Deuteronomio 33, 28)

  • Hace trescientos años que Israel vive en Jesbón y en sus ciudades anejas, en Aroar y en sus ciudades anejas y en todas las ciudades de la ribera del Arnón; ¿por qué no las habéis reclamado en todo este tiempo? (Jueces 11, 26)

  • Pasa ahí la noche, y mañana, si él quiere hacer uso de su derecho, que lo haga; y si no quiere, vive Dios que yo lo haré. Duérmete hasta mañana". (Rut 3, 13)

  • Porque, vive el Señor, el salvador de Israel, que, aunque se trate de mi hijo Jonatán, morirá irremisiblemente". Ninguno de entre el pueblo respondió nada. (I Samuel 14, 39)

  • Entonces el pueblo dijo a Saúl: "¿Va a morir Jonatán, que ha hecho esta gran liberación en Israel? ¡Lejos de nosotros! Vive el Señor que no caerá a tierra un solo cabello de su cabeza, porque hoy ha actuado Dios con él". Así salvó el pueblo a Jonatán y no murió. (I Samuel 14, 45)

  • Saúl escuchó las palabras de Jonatán e hizo este juramento: "¡Vive Dios que no morirá!". (I Samuel 19, 6)

  • Entonces enviaré al mozo para que vaya a buscarlas. Si le digo: Mira, las flechas están del lado de acá de ti, entonces vienes, porque hay paz para ti y nada tienes que temer, vive Dios. (I Samuel 20, 21)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina