Gefunden 261 Ergebnisse für: Salomón

  • fue enemigo de Israel durante todo el reinado de Salomón. Hadad reinó en Edón y fue también enemigo de Salomón. (I Reyes 11, 25)

  • Jeroboán, hijo de Nabat -un efraimita de Seredá, cuya madre, llamada Servá, era viuda-, servidor de Salomón, se sublevó contra el rey. (I Reyes 11, 26)

  • El motivo de la sublevación fue éste. Salomón edificaba el terraplén y rellenaba el desnivel de la ciudad de su padre David. (I Reyes 11, 27)

  • Jeroboán era fuerte y vigoroso; y Salomón, viendo cómo cumplía aquel joven su tarea, le puso al frente de todas las prestaciones personales de la casa de José. (I Reyes 11, 28)

  • Luego dijo a Jeroboán: "Toma para ti diez pedazos, porque esto dice el Señor, Dios de Israel: Voy a rasgar el reino de manos de Salomón y te voy a dar diez tribus. (I Reyes 11, 31)

  • Salomón buscó entonces a Jeroboán para darle muerte, pero Jeroboán escapó, huyendo a Egipto, junto a Sosac, rey de Egipto, y allí estuvo hasta la muerte de Salomón. (I Reyes 11, 40)

  • El resto de la historia de Salomón, todo lo que hizo, y su sabiduría, está escrito en el libro de los hechos de Salomón. (I Reyes 11, 41)

  • Salomón reinó cuarenta años en Jerusalén sobre todo Israel. (I Reyes 11, 42)

  • Cuando lo supo Jeroboán, hijo de Nabat, que estaba todavía en Egipto, adonde había huido para escapar del rey Salomón, se volvió de Egipto. (I Reyes 12, 2)

  • El rey Roboán pidió consejo a los ancianos que habían estado al servicio de su padre Salomón, mientras éste vivía: "¿Qué me aconsejáis responder a este pueblo?". (I Reyes 12, 6)

  • "Di a Roboán, hijo de Salomón, rey de Judá, a toda la casa de Judá y Benjamín y al resto del pueblo: (I Reyes 12, 23)

  • Roboán, hijo de Salomón, reinó en Judá. Tenía cuarenta y un años cuando subió al trono, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita. (I Reyes 14, 21)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina