Gefunden 286 Ergebnisse für: Diciendo

  • Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verlo, se echó a sus pies, diciendo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto". (Juan 11, 32)

  • Al decir esto Jesús, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada, diciendo: "¿Así respondes al sumo sacerdote?". (Juan 18, 22)

  • Simón Pedro continuaba allí, de pie, calentándose. Le preguntaron: "¿No eres tú también de sus discípulos?". Él lo negó, diciendo: "No soy". (Juan 18, 25)

  • Y con otras muchas palabras los apremiaba y los exhortaba diciendo: "Salvaos de esta generación perversa". (Hechos 2, 40)

  • Los alguaciles fueron, pero no los encontraron en la cárcel; volvieron y lo comunicaron diciendo: (Hechos 5, 22)

  • Llegó uno diciendo: "Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo". (Hechos 5, 25)

  • Porque no hace mucho se alzó Teudas diciendo que él era alguien, y le siguieron unos cuatrocientos hombres; pero lo mataron, todos sus seguidores se dispersaron y de aquello ya no queda nada. (Hechos 5, 36)

  • Al día siguiente los sorprendió riñendo y trató de reconciliarlos, diciendo: Hombres, sois hermanos; ¿por qué os maltratáis unos a otros? (Hechos 7, 26)

  • El que maltrataba a su prójimo lo rechazó diciendo: ¿Quién te ha puesto de jefe y juez sobre nosotros? (Hechos 7, 27)

  • A este Moisés a quien habían rechazado diciendo: ¿Quién te ha puesto por jefe y juez?, a ése Dios lo envió como jefe y libertador por mediación del ángel que se le apareció en la zarza. (Hechos 7, 35)

  • Y puesto de rodillas, gritó con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, expiró. Saulo aprobaba este asesinato. (Hechos 7, 60)

  • Hacía tiempo que venía practicando la magia en la ciudad un tal Simón, que tenía asombrada a la gente de Samaría, diciendo que él era algo grande. (Hechos 8, 9)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina