Gefunden 356 Ergebnisse für: santo

  • Como ante ellas te has mostrado santo con nosotros, así ante nosotros muéstrate grande con ellas. (Eclesiástico 36, 3)

  • Exaltó a Aarón, un santo semejante a éste, su hermano, de la tribu de Leví. (Eclesiástico 45, 6)

  • Llenó Moisés sus manos, le ungió con óleo santo. Fue ello para él alianza eterna, y para su linaje cuanto dure el cielo, para presidir el culto, ejercer el sacerdocio y bendecir a su pueblo en nombre del Señor. (Eclesiástico 45, 15)

  • En todas sus obras elevó acción de gracias al Santo Altísimo en oráculo de gloria. Con todo su corazón entonó himnos, mostrando su amor a su Hacedor. (Eclesiástico 47, 8)

  • Dio a las fiestas esplendor, vistosidad acabada a las solemnidades, cuando ellos alaban el santo nombre del Señor, cuando resuena desde la aurora el santuario. (Eclesiástico 47, 10)

  • Invocaron al Señor misericordioso, tendiendo sus manos hacia él. Y el Santo, desde el cielo, les escuchó al instante, y los rescató por mano de Isaías. (Eclesiástico 48, 20)

  • Cuando se ponía la vestidura de gala y se vestía sus elegantes ornamentos, al subir al santo altar, llenaba de gloria el recinto del santuario. (Eclesiástico 50, 11)

  • ¡Ay, gente pecadora, pueblo tarado de culpa. semilla de malvados, hijos de perdición! Han dejado a Yahveh, han despreciado al Santo de Israel, se han vuelto de espaldas. (Isaías 1, 4)

  • es ensalzado Yahveh Sebaot en jucio, el Dios Santo muestra su santidad por su justicia. (Isaías 5, 16)

  • Los que dicen: «¡Listo, apresure su acción, de modo que la veamos. Acérquese y venga el plan del Santo de Israel, y que lo sepamos!» (Isaías 5, 19)

  • Tal devora las espigas una lengua de fuego y el heno en llamas se derrumba: la raíz de ellos será como podre, y su flor subirá como tamo. Pues recusaron la enseñanza de Yahveh Sebaot y despreciaron el dicho del Santo de Israel. (Isaías 5, 24)

  • Y se gritaban el uno al otro: «Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.». (Isaías 6, 3)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina