Gefunden 75 Ergebnisse für: seas

  • Entonces Ragüel bendijo al Dios del cielo, diciendo: "¡Bendito seas, Señor, con la más pura bendición! ¡Que te bendigan por todos los siglos! (Tobías 8, 15)

  • ¡Bendito seas por la alegría que me has dado! No ha sucedido lo que yo temía, sino que nos has tratado según tu gran misericordia. (Tobías 8, 16)

  • ¡Bendito seas por haberte compadecido de estos dos hijos únicos! ¡Manifiéstales, Señor, tu misericordia y tu salvación, y concédeles una vida llena de alegría y de gracia!". (Tobías 8, 17)

  • Después se acercó a Sara, la esposa de su hijo Tobías, y la bendijo, diciendo: "¡Bienvenida, hija mía! ¡Bendito sea Dios, que te trajo hasta nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú, hija mía! ¡Entra en tu casa con gozo y bendición!". (Tobías 11, 17)

  • porque no morirás hasta que seas exterminado con esa gente. (Judit 6, 8)

  • Apenas lo reanimaron, se arrojó a los pies de Judit y, postrándose ante ella, exclamó: "Bendita seas en todos los campamentos de Judá y en todas las naciones, las que al escuchar tu nombre, quedarán asombradas. (Judit 14, 7)

  • ¿Le importa al Todopoderoso que tú seas justo? ¿Obtiene una ganancia si tu conducta es perfecta? (Job 22, 3)

  • Escucha, Señor, mi oración; presta oído a mi clamor; no seas insensible a mi llanto, porque soy un huésped en tu casa, un peregrino, lo mismo que mis padres. (Salmos 39, 13)

  • Dios mío, escucha mi oración, no seas insensible a mi súplica; (Salmos 55, 2)

  • Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido. (Salmos 130, 4)

  • y al ver aquel poderoso ejército, hizo esta oración: "Bendito seas, Salvador de Israel, que aplastaste la soberbia del gigante por la mano de tu servidor David y entregaste el ejército de los filisteos en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero. (I Macabeos 4, 30)

  • Por eso, hoy te elegimos a ti para que ocupes el lugar de tu hermano, y seas nuestro jefe y nuestro guía en la lucha que sostenemos". (I Macabeos 9, 30)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina