Gefunden 370 Ergebnisse für: eres

  • Pero él me calumnió ante mi señor, el rey. Sin embargo, tú eres como un ángel de Dios: trátame entonces como mejor te parezca. (II Samuel 19, 28)

  • Él se le acercó y la mujer le dijo: "¿Tú eres Joab?". "Sí, soy yo", respondió él. Ella continuó diciendo: "¡Escucha las palabras de tu servidora!". Joab respondió: "Te escucho". (II Samuel 20, 17)

  • Tú eres bondadoso con los buenos y eres íntegro con el hombre intachable; (II Samuel 22, 26)

  • eres sincero con los que son sinceros y te muestras astuto con los falsos. (II Samuel 22, 27)

  • tú eres mi lámpara, Señor; Dios mío, tú iluminas mis tinieblas. (II Samuel 22, 29)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó Jonatán, el hijo del sacerdote Ebiatar. Adonías dijo: "Ven, tú eres un hombre de bien y seguro que traes buenas noticias". (I Reyes 1, 42)

  • Ahora no lo dejes sin castigo, porque eres un hombre sensato y sabes cómo deberás tratarlo para que sus cabellos blancos bajen ensangrentados al Abismo". (I Reyes 2, 9)

  • y dijo: "Señor, Dios de Israel, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, que mantienes la Alianza y eres fiel con tus servidores, cuando caminan delante de ti de todo corazón. (I Reyes 8, 23)

  • Luego se fue detrás del hombre de Dios y lo encontró sentado bajo el terebinto. "¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá?", le preguntó. "Así es", respondió él. (I Reyes 13, 14)

  • Entonces este dijo a su esposa: "Disfrázate para que nadie sepa que eres la mujer de Jeroboám, y ve a Silo. Allí habita Ajías, el profeta que predijo que yo reinaría sobre este pueblo. (I Reyes 14, 2)

  • La mujer dijo entonces a Elías: "Ahora sí reconozco que tú eres un hombre de Dios y que la palabra del Señor está verdaderamente en tu boca". (I Reyes 17, 24)

  • Mientras Abdías iba por el camino, le salió al encuentro Elías. Apenas lo reconoció, cayó con el rostro en tierra y dijo: "¿Eres tú, Elías, mi señor?". (I Reyes 18, 7)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina