Gefunden 524 Ergebnisse für: lenguas de fuego

  • Entiendan, pues, que hablar en lenguas es una señal para quienes no creen, pero no para los creyentes; en cambio, la profecía es para los creyentes, no para los que no creen. (1º Carta a los Corintios 14, 22)

  • Con todo, supongan que la Iglesia entera estuviera reunida y todos hablasen en lenguas y entran algunas personas no preparadas o que todavía no creen. ¿Qué dirían? Que todos están locos. (1º Carta a los Corintios 14, 23)

  • ¿Qué podemos concluir, hermanos? Cuando ustedes se reúnen, cada uno puede participar con un canto, una enseñanza, una revelación, hablando en lenguas o interpretando lo que otro dijo en lenguas. Pero que todo los ayude a crecer. (1º Carta a los Corintios 14, 26)

  • ¿Quieren hablar en lenguas? Que lo hagan dos o tres al máximo, pero con limitación de tiempo, y que haya quien interprete. (1º Carta a los Corintios 14, 27)

  • Si no hay nadie que pueda interpretar, que se callen en la asamblea y reserven su hablar en lenguas para sí mismos y para Dios. (1º Carta a los Corintios 14, 28)

  • Por lo tanto, hermanos, aspiren al don de la profecía y no impidan que se hable en lenguas, (1º Carta a los Corintios 14, 39)

  • ¿Quién vacila que yo no vacile con él? ¿Quién se viene abajo sin que un fuego me devore? (2º Carta a los Corintios 11, 29)

  • pero la que produce zarzas y espinas pierde su valor; un poco más y la maldicen, y terminarán por prenderle fuego. Sigamos firmes en nuestra esperanza (Carta a los Hebreos 6, 8)

  • solamente queda la perspectiva tremenda del juicio y del fuego que devorará a los rebeldes. (Carta a los Hebreos 10, 27)

  • apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sanaron de enfermedades, se mostraron valientes en la guerra y rechazaron a los invasores extranjeros. (Carta a los Hebreos 11, 34)

  • Recuerden su iniciación. No hubo aquel fuego físico que ardía junto a la nube oscura y la tempestad, (Carta a los Hebreos 12, 18)

  • pues nuestro Dios es fuego devorador. (Carta a los Hebreos 12, 29)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina