Gefunden 209 Ergebnisse für: hablar

  • Algunos días después vino Félix con su esposa, Drusila, que era judía. Mandó llamar a Pablo y lo dejó hablar de la fe en Cristo. (Hecho de los Apóstoles 24, 24)

  • Entonces Festo, después de hablar con su consejo, decidió: «Has apelado al César; al César irás.» (Hecho de los Apóstoles 25, 12)

  • Agripa dijo a Pablo: «Puedes hablar en tu defensa.» Entonces Pablo extendió su mano y empezó a hablar así: (Hecho de los Apóstoles 26, 1)

  • Ahora se nos ha revelado cómo Dios nos reordena y hace justos sin hablar de la Ley; pero ya lo daban a entender la Ley y los profetas. (Carta a los Romanos 3, 21)

  • No quiero hablar de un fracaso de las promesas de Dios, porque no todos los israelitas son Israel, (Carta a los Romanos 9, 6)

  • Pero ¿cómo invocarán al Señor sin haber creído en él? Y ¿cómo podrán creer si no han oído hablar de él? Y ¿cómo oirán si no hay quien lo proclame? (Carta a los Romanos 10, 14)

  • Pero no me atrevería a hablar de otra cosa fuera de lo que Cristo ha hecho valiéndose de mí para que los paganos reciban la fe: mis palabras y mis obras, (Carta a los Romanos 15, 18)

  • Bien es verdad que en el Señor ya no se puede hablar del varón sin la mujer, ni de la mujer sin el varón, (1º Carta a los Corintios 11, 11)

  • a otro, poder de hacer milagros; a otro, profecía; a otro, reconocimiento de lo que viene del bueno o del mal espíritu; a otro, hablar en lenguas; a otro, interpretar lo que se dijo en lenguas. (1º Carta a los Corintios 12, 10)

  • curar enfermos, hablar lenguas o explicar lo que se dijo en lenguas? (1º Carta a los Corintios 12, 30)

  • Lo mismo ocurre con ustedes y sus lenguas: ¿quién sabrá lo que han dicho si no hay palabras que se entiendan? Habrá sido como hablar al viento. (1º Carta a los Corintios 14, 9)

  • Entiendan, pues, que hablar en lenguas es una señal para quienes no creen, pero no para los creyentes; en cambio, la profecía es para los creyentes, no para los que no creen. (1º Carta a los Corintios 14, 22)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina